Momentazo de autoanálisis e introspección. No paro de observarme, me tengo que no me dejo vivir. Bastante coñazo, la verdad, pero la situación lo requiere. Importante no engañarse. Utilizo el gran sistema del eneagrama para cazarme y responder los porqués de mis neuras. Dato íntimo: confieso que soy un nueve, y a mucha honra. Es agotador ser un nueve, para qué vamos a engañarnos, pero hay que tirar palante con lo que nos ha tocado. Eso sí, prefiero ser un nueve que un uno o un ocho, dónde va a parar. Para que luego digan que siempre queremos lo que no tenemos. Nivel de satisfacción actual: 8,5. Un té para celebrarlo?: http://www.myspace.com/teparatresacustico. Viva la música ochentera!