El otro día tuve una conversación con la Hechicera del
Bosque sobre los blogs y me di cuenta de que no he publicado nada en 2016.
Quise hacer algo antes de que se terminase el año y empecé a pensar en alguna
percha; hoy ha llegado ella solita.
Bueh, tío…
2016 ha sido especialmente duro para la música. Bowie,
Prince, Leonard Cohen.
Pero.
Pero este me ha sacado las tripas.
Se me ha abierto un extraño
agujero en el estómago, un agujero denso, palpitante y oscuro por el que no sé
si entra o sale angustia, miedo y tristeza, como si fuera alquitrán. Me cuesta
hasta respirar. Muy raro. No me había pasado algo así ni con lo de Michael. Es difícil de explicar pero creo que es porque estoy perdiendo
demasiadas partes de mi.
Su voz, como la superficie de una orquídea.
Ya no más.
No más.
Sí. Sólo vengo para escribir sobre muertos.
Qué movida…