miércoles, 29 de abril de 2009

Whatever

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Todos lo sabemos todo o casi todo acerca de las drogas. Todos o casi todos las hemos probado. Qué absurdo resulta escribir sobre este asunto, nada nuevo he de decir.

Se te mete en el cuerpo, en la cabeza, en el alma y te atrapa, te transforma, como un viurs ataca directamente los centros de la voluntad, efectivamente te engancha, te amarra con cuerdas de acero, de pensamiento y de carne casi imposibles de romper. Todos sabemos que el exceso no lleva a buenos puertos. Dónde está el límite? Cuándo es demasiado? Convencida de que lo controlas, incluso pones un pie al otro lado, pero bien sabes que si cambias el peso de tu cuerpo hacia su terreno (el vacío?) caerás, estarás perdida. Hay veces que cruzas la linde sin darte cuenta. Y hay veces que lo haces a sabiendas. Lo ves, divisas claramente el peligro pendiendo de una pestaña, al borde de un labio, es tan oscuro, pero te sientes tan bien que nada importa. Cierras los ojos, saltas, te sumerges, buceas, sientes el vértigo, el subidón de adrenalina que te inyecta el no estar segura de si volverás a respirar. Y si luego no se puede volver?

Da igual.
Sólo un poco más. Aún queda lejos el precipicio, aún no quiero dejar de reír.



Es todo tan raro, tan bello...

miércoles, 22 de abril de 2009

A new day

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Llevo días pensando. Me pongo, venga, me pongo y lo escribo.

Mi vida ha vuelto a cambiar. Hace como tres semanas que alucino en medio de un sueño extraño en el que ocurren cosas casi imposibles a mi alrededor, cosas de esas con las que sólo fantaseas cuando cierras los ojos.

Es el asunto este de crisis=oportunidad. Se ha cerrado otra etapa de mi vida y todo ha vuelto a cambiar. Es esto el destino? No lo sé, pero en este momento puedo escuchar casi físicamente cómo los engranajes de mi vida se mueven y chirrían despacio porque están cambiando de dirección.
Me siento distinta, como si estuviera viviendo la vida de otra persona. Estoy contenta como no lo he estado en... en muchos meses, la verdad. Casi feliz. O feliz, sí, por qué no; aún recuerdo esa sensación que sale de dentro y sí, creo que es felicidad. Feliz, iluminada, hermosa, etérea, casi una diosa. Y todo aún sabiendo que las cosas que me pasan en este momento pueden llegar a volverse en mi contra de forma incluso peligrosa... pero qué coño, aquí y ahora, mañana no existe y quién sabe si estaré muerta. A tope de carpe dieeeeeem!!! Yiiiiiiii-haaaaa!!



Algo está pasando. Aún no sé qué es. Aún no tengo la perspectiva, pero esto es algo importante, seguro. Ya veremos qué.

La vida es taaaaassaaaan jodidamente rara...

miércoles, 8 de abril de 2009

A quemarropa


Supe que me iban a disparar cuando oí aquel desagradable sonido del amartillar del arma a mi espalda. Cerré los ojos. “Me cago en mi vida”, fue lo que me salió.

Me volví despacio para mirar al que me estaba apuntando. Me sorprendió descubrir quién era. Sonreía a modo de disculpa el enano aquel, menudo hijoputa.

Yo le miraba a los ojos. Hubo un momento en que los nervios se fueron y me sentí fuerte y serena. “Por qué yo?”, le pregunté varias veces. “Esto es así”, me dijo. Ya, claro. Me tenía cogida por las pelotas pero bien. La vida es esto, nena.


Disparó.

Con la adrenalina a tope casi no me di cuenta.

Salí de allí no sé cómo.


Lo siguiente que recuerdo es estar sujetándome las tripas como podía, rodeada de compañeros que me miraban como si me estuviera muriendo. A lo mejor me estaba muriendo, eché un vistazo rápido abajo y vi mucha sangre, pero lo tapé con fuerza y no miré más, vaya asco. Me preguntaban que qué había pasado, cómo había sido... Aquello empezaba a doler, joder, dolía como un puto demonio, qué coño. Apenas tenía fuerzas para mantenerme en pie pero tampoco quería que vieran el alcance de mi herida; contesté como pude, me temblaban las piernas, tenía dificultad para respirar y las palabras se me hacían bolas de tiza en la lengua, no podía pensar con claridad, casi no era capaz de sostener sus miradas. Hubo un momento de silencio. “No me miréis. Largaos a vuestras casas, ya todo está hecho”, les espeté con los ojos en el suelo y de una forma bastante desagradable, la verdad sea dicha.


Tenía mucha sed. Al parecer es lo que tiene estar desangrándose.

Mis compañeros, en lugar de marcharse a sus casas, me cogieron y me llevaron a que me dieran de beber. Algunos quisieron abrazarme para aliviar el dolor, no sé si el suyo o el mío, quizá ambos, pero yo seguía sosteniendo mis tripas y mi sangre con una mano e iba a poner perdido al que me abrazara, así que tenía que decirles “Sólo dame dos besos, sin tocar”. Y allí estábamos, igual que en un velorio de los que se celebran en mi familia, en los que cada uno hace lo que le sale; había lágrimas, risas, silencio, incredulidad, alivio, contención. Yo reía tratando de ocultar el dolor hasta donde podía, y aunque sé que no engañé a nadie al menos esperaba contribuir a no hacerlo más infernal. Me pareció que algunos de los ojos que me rodeaban eran como la sangre de mis tripas, y eso era suficiente. Joder, qué trago.


Ya han pasado varios días. No sé de dónde he sacado las fuerzas para seguir adelante pero lo he hecho, y aquí estoy, exiliada y sin embargo esperanzada. Me estoy curando poco a poco, y aunque sospecho que me va a quedar una fea cicatriz allí donde se rompió este cuerpecito, no me importa porque me servirá para no olvidar. Ahora sé que puedo conservar lo importante y desechar lo demás, así que ya no lo veo tan difícil. Ya ha pasado todo, ya no es tan dramático como lo pinto. Esto es el comienzo, no el fin. Sólo tengo la duda de si empezar comiéndome una hamburguesa o con un poco de rock&roll. Ya veré.


Qué movidoteeeeee!

miércoles, 1 de abril de 2009

Realidades paralelas (vivir en Matrix)

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Ésta preciosidad perfecta es Dayana Mendoza, Miss Universo 2008. Ella cree que es venezolana, pero en realidad nació y reside de manera permanente en Matrix.

La semana pasada la llevaron junto a otra miss a visitar Guantánamo.

“Fue una experiencia increíble, es un bello, tranquilo e interesante lugar”, señaló la venezolana. “Todos (en Guantánamo) sabían que Crystle y yo veníamos de visita y lo primero que hicimos fue asistir a un enorme almuerzo, y luego visitamos uno de los bares que tienen allí”. El personal de la base naval llevó a las dos mujeres a una visita a un “barco”, no identificado por Mendoza, y a un recorrido por tierra que “fue muy, muy divertido”. “Visitamos los campos de detenidos y vimos las cárceles, dónde se bañan, cómo se entretienen con películas, clases de arte, libros”, agregó. “Fue muy interesante”. La joven venezolana añadió que “el agua de la Bahía de Guantánamo es tan hermosa. Fue increíble y pudimos disfrutarla por lo menos por una hora”.

Diosmiodiosmiodiosmiodiosmiodiosmiodiosmiodiosmiodiosmio...