Una vez, hace muchos años, hice puenting. Supe lo que es caer al vacío a plomo, supe lo que sienten por fuera los suicidas, los que lo hacen a sabiendas. Es una locura de sensación. Es una locura.
Me llego hasta el borde y miro hacia abajo. Joder, qué miedo, qué alto está esto… Un paso atrás, sólo para sentirme un poquito más segura. Sé que ya no puedo darme la vuelta, todo volvería a perder el sentido. Seguí las señales, este es el camino y toca ir palante. Al fin y al cabo era lo que quería. “Hola? Teledeseos, aquí tiene su pedido: un cambio grande con extra de cojones”. Deshago el paso atrás. Las puntas de mis pies ya no pisan el suelo. He escogido. Juguemos, pues.
Cojo impulso, cierro los ojos y…
La movida ha llegado.
2 comentarios:
Yo que tú, me tiraba haciendo un doble mortal con tirabuzón. No veas la cara de gili que se te queda si te bajas y te quedas con las ganas …pensando cómo hubiera sido. Además, como tú bien dices, es lo que quieres.
Mucha suerte, gatita !!! Un besazooooooo
Aleeeeee hop !!!
Pues eso era lo que no quería, quedarme pensando cómo hubiera sido con cara de gil... De cabeza y sin paraca que voy.
Ya te contaré, es todo taaaaan raro, pero taaaaan guay...
Mil gracias,
Miss Misi
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