lunes, 9 de junio de 2008

Otro post mortem



Otra vez la muerte, ese tema tan recurrente mío...



Resulta que he leído un artículo en el que se plantea la duda de qué pasa con las cuentas de correo electrónico y servicios online de las personas que mueren. Si nadie sabe las contraseñas y alguien quiere o necesita recuperar información de esos sitos, qué se hace? Vale, se las puedes contar a alguien, sí, pero mola más crear cosas sólo para este propósito. Post Expression, The last email y My last Email ofrecen servicios que se activan al palmar uno. Cuando esto ocurre, un cómplice previamente designado introduce ciertas claves y el sitio envía toda la información que se haya puesto dentro a todos los contactos. Así todo el mundo se entera y recibe bonitos mensajes de despedida, por ejemplo, y puede contribuir con sus pensamientos y condolencias. Me apunto fijo.

En mi familia tenemos un libro en el que cada uno expresa lo que quiere que se haga cuando le llegue el momentazo. Cuento lo mío, así queda también aquí apuntado por si el libro cae en manos indebidas o desaparece en alguna catástrofe. Cuando me muera tenéis que:
  • Poner incienso en el tanatorio y llevar sopa para el que quiera comer. Y se puede ir vestido como se quiera. Si alguien quiere, puede disfrazarse.
  • Que haya un cuaderno para que la gente escriba sus cositas y que esté presente mi epitafio en algún sitio; normalmente se pone en la lápida o en la urna, pero como no peguen una plaquita en la facultad de Medicina...
  • Música de la que me gusta, ya sabéis.
  • Nada de coronas, que son de muertos y quedan super tétricas. Mejor centros de flores, las gerberas me gustan mucho. Y luego lleváoslos, que si no los revenden.
  • Reciclar todo lo que aún se pueda usar (de mi cuerpo, digo).
  • Donar el resto a la ciencia (por eso lo del epitafio).
Unas risas para quitarle hierro:



Ji, ji, ji, qué pobres! Otro:



Hombre, habría que estar allí, pero... pa mí que correr en la misma dirección que la moto no es la idea, no? Yo qué se...

Por cierto, alguien fue a la exposición Bodies? Uf, me gustó tanto... Pero es cierto que me quedó una gran duda: esas personas dieron su consentimiento para estar ahí?

Qué movida.

2 comentarios:

John Trombón dijo...

No somos nada. Yo soy de los que piensan que, una vez frito, me va a dar un poco igual lo que pase después. Como si me exponen en Bodies con los huevos pendulantes. Me da igual.

Hala, guapa. Un besoooo

Miss Misi dijo...

Pues entonces no dudes que iré a verlo, por caro que sea. Ver tus huevos pendulantes y securros no tiene precio.

Que lo sepas.
Miss Misi