jueves, 21 de febrero de 2008

Expecto patronum



Hoy tengo un cabreo que no me aguanto ni yo.


Infiernos personales aparte (que los hay, y no me ayudan nada), en este soleado día (punto positivo, menos mal) sale a la venta en castellano el último libro de mi mago favorito (con permiso de David Copperfield): 'Harry Potter y las reliquias de la muerte'. Debería estar triscando de alegría, porque llevo meses esperándolo, pero el mes pasado me hice un peaso viaje a Egipto que ha hecho que la cuesta de enero se extienda hasta marzo, con lo que no puedo comprármelo, así que estoy jodida. No se puede tener todo...

Reconozco que soy una friki de estos libros, no puedo evitarlo. Adoro los fantásticos mundos mágicos que se despliegan en relatos como 'Las crónicas de Narnia', 'La historia interminable'...
Recuerdo uno de los primeros encantamientos que aprendí (aparte del eterno Abracadabra pata de cabra): 'Espita gorgorita, lo que se da no se quita, conviérteme en... ¡Pepita Pulgarcita!'. Cómo me gustaban esos dibus...



S
entencia de viejuna: ya no se hacen dibujos como los de antes.
Un poco más de magia? Allá va.




Flipante, no?

Hala, Avada Kedavra para todos (
una de las tres maldiciones imperdonables, como se entere alguien que lo he dicho me voy derechita a Azkaban a cumplir cadena perpetua).

No hay comentarios: