
Bueno, una vez más o menos superada la última crisis personal-existencial (la crisis mundial sigue ahí fuera), me echo unos piropos yo sola.
Cosas que se me dan bien:
-Cocinar lentejas y crema de calabaza.
-Conducir.
-Escuchar.
-Hacer la manicura.
-Decir payasadas.
-Regatear en los bazares árabes.
-Adquirir responsabilidades que luego se me quedan grandes.
-Saber la hora que es sin mirar el reloj (con un margen de 10 minutos de error).
-Comer como una bestia sin ponerme enferma.
-Ceder mi asiento.
Hala, ahí queda.
Qué pasa, aún no he encontrado mi don del señor, pero tengo mis habilidades, y estaría feo no reconocerlo, no?
Jótér, luis.