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miércoles, 16 de julio de 2008

Antiguallas con cariño

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Aprovecho este espacio para compartir dos canciones que me acompañaron durante mi adolescencia. Me gustaban tanto tanto que cuando terminaba de escucharlas siempre rebobinaba y volvía a ponerlas por lo menos un par de veces más, así que al final llené una cinta sólo con esas dos canciones, una cara para cada una, 30 minutos repitiéndose cada una. Qué obsesión!

Careless Whispers, de George Michael:




Flipa con las cejotas de Macario y la melenaca semioxigenada al suflé. Jótér, luis, qué mal sentaban los 80!


Unchained Melody, Righteous Brothers:



Por supuesto que hice el descubrimiento gracias a la peliculita de marras con extra de cursi que, dicho sea de paso, habré visto unas 20 veces fácilmente, pero cosas peores se han visto... Si supieras cómo conocí a David Bowie...



Con mis 11 añitos iba por primera vez al cine sin papás (aunque estuvieran vigilando en el restaurante de al lado), sólo con los amigos, la película elegida fue 'Dentro del laberinto'; en la oscuridad de la sala quedé prendada Jareth, el Rey de los Goblins, con sus exóticos y extraños ojos, malvado y sexy, sin saber que era un cantante de fama mundial.


Qué movida.

martes, 15 de abril de 2008

Tiro al plato


Tengo mis dineros depositados en dos bancos.

Uno de ellos me hace la vida imposible, y el otro me persigue para agasajarme. Resulta que ayer me llamaron de éste último para decirme que tengo allí una vajilla que me regalan y que vaya a recogerla. Así, sólo por tener la pasta ahí. He flipado. Como ya comenté en 'Ilusiones ópticas', de entrada tiendo a desconfiar de este tipo de ofertas. No me lo creo, fijo que tiene truco. Tú te lo creerías, así por las buenas? Seguro que hay que suscribirse/apuntarse/comprar algo...


Bueno, pues al final voy y resulta que es verdad, me la dan porque sí. Una vajilla de porcelana blanca de 33 piezas, ni más ni menos. Y más fea que un puto demonio, por cierto. Mira qué bien, me viene fenomenal, ahora ya tengo cuatro vajillas, que suman unos 90 platos, más 6 juegos de café, 4 de té más 3 teteras sueltas, un juego de consomé para 12, 3 cristalerías que reunen 84 piezas entre copas y vasos y yo qué sé cuántas gilipolladitas más. Mi casa parece la jodida sección de lista de bodas de El Corte Inglés. Y todo para mí sola, yuju. Qué rara es la vida.


Como no me dejan cambiarla por una bici (por lo menos podría salir a la calle, hacer nuevos amigos, juntarlos con los que ya tengo
e invitarlos a intentar usar todos mis platos), voy a considerar la posibilidad de sacarla a subasta en EBay.

Uno de bancos:



Quién da más?
Jótér, luis, qué lástima.