viernes, 28 de marzo de 2008

Consulta a los del otro lado


He terminado el último libro de Harry Potter y
ahora ya sí que no sé qué hacer con mi vida.


Harta de este desconcierto holístico que últimamente me embarga y que me tiene embolicada y absurda, ayer me puse al tema para salir del atolladero de una vez por todas. Eché mano de mis referencias de confianza y, fiel a mi fe en las soluciones alternativas y frikis, elegí un método de alta y probada eficacia para resolver problemas de cualquier ámbito: acudí a que me leyeran las cartas. Nivel de glamour: elevado.

Salieron muchas cosas, la mayor parte no tenía nada que ver con lo que yo quiero solventar, pero la verdad es que pasamos un rato agradable. Eso sí, los arcanos predijeron una fiesta que tengo esta noche y en la que debo tener los ojos bien abiertos porque quizá me encuentre con alguien interesante. Mola. Me llamó la atención una advertencia que pronosticaron y que me puso en alerta: al parecer me encuentro a punto de sufrir la pérdida de algo físico; no sé si se referían a la cartera o a un brazo, pero el caso es que ahora estoy con la paranoia de que me atropelle un coche o me atraquen por la calle... Y si lo que voy a perder va a ser la pinza? Se considera físico? Porque eso tendría más sentido, y tarde o temprano...



Ah, y además me han dicho que tengo el tercer chakra roto. A ver qué hago con eso.


No sé cómo ocurrió, pero al final no sólo me quedé como estaba, sino que me eché un par de movidas más a la espalda. Tendrían un mal día los maestros elevados, porque si no de qué.
O a lo mejor fue porque la sesión me salió gratis. No preguntar.

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