lunes, 7 de abril de 2008

Caprichos


Durante mucho tiempo quise ser médico, pero al final la vida me llevó por otros derroteros y no lo hice. Ahora no me arrepiento, porque he visto cómo se hace un médico y es infernal, estoy segura de que yo hubiera fenecido en el intento.


Además, mi insaciable curiosidad probablemente me hubiera dirigido hacia el estudio de enfermedades rarunas y casos extremos, o sea, toda la vida más que pringada...

Esta curiosidad básica que me hace husmear buscando rarezas me llevó hasta Abby y BrittanyHensel, un famoso caso de siamesas extremadamente raro: de ombligo para abajo es una persona y para arriba son dos. Lo que las hace excepcionales, aparte de que sólo ha habido cuatro casos iguales (que han sobrevivido al primer año de vida) registrados en la historia de la medicina, es que este tipo de personas si superan la infancia suelen acarrear infinidad de problemas al poseer órganos defectuosos o incompletos, sin embargo ellas gozan de bastante buena salud, practican cantidad de deportes (a pesar de que cada una maneja una mitad del cuerpo tienen una asombrosa coordinación) y llevan una vida normal en la que pueden hacer casi cualquier cosa que haría una persona convencional. Son un auténtico milagro de los caprichos de la naturaleza.


Si lo pienso no sé qué me fascina más, si el punto de vista médico o el psicológico, el emocional. Cómo se plantea uno la vida cuando parte de tu cuerpo es obligadamente compartido? Ellas parecen tenerlo claro, son dos bonitas y simpáticas adolescentes con identidades independientes, cada una tiene sus gustos e intereses propios y diferentes y contemplan como una meta real el casarse y tener hijos. Me encantaría saber más sobre ellas.



Si quieres más:

en.wikipedia.org/wiki/Abigail_and_Brittany_Hensel


Es una suerte que hayan nacido en el momento que les tocó, porque a cada uno le toca lo que le toca y nadie sabe por qué pero, la leche, qué movida.

2 comentarios:

John Trombón dijo...

Ooooooooh... efectivamente, qué movida !!!
Dos cerebros, dos espinas dorsales, dos corazones, dos estómagos, un útero, un culo... Dónde estará la auténtica frontera de sus cuerpos?
Cuesta un güebo imaginárselo !!!

Hala, un besooo

Miss Misi dijo...

Una vez más, la realidad supera a la ficción.
Me parece absolutamente fascinante, y lo que me mueve este caso no es precisamente el morbo sino todo lo contrario, el asombro de la superación.

Gracias,
Miss Misi