Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas

viernes, 3 de octubre de 2008

Mierda profunda

.
Hoy necesitaría un camión de chocolate para subirme la endorfina, así que brevemente y para no despotricar más de la cuenta, cuelgo un vídeo para reírme un rato y a correr.



Vale, reírse del dolor ajeno no es muy ético que digamos... pero, qué coño, no estoy para gilipolleces. Y el que esté libre de pecado...

Hala, Avada Kedavra.

miércoles, 30 de julio de 2008

Está usted en mierda profunda?

.

La humanidad come chocolate desde hace 3.700 años, aunque hasta ahora no se creía que fuese tanto: el reciente hallazgo de una vasija con restos de ese alimento ha datado esta costumbre 800 antes de lo que estaba estimado.

Para mí el chocolate es uno de esos pequeños misterios de la vida; en sí no me atrae demasiado, no suelo comerlo por gula, pero cuando me lo pide el cuerpo, que suele ser cuando estoy en mierda profunda, no tengo fin.
Muy en mi onda de búsqueda de rarunadas probé hace poco una nueva línea de chocolate negro que va con un punto de sal. Muy curioso. También he comido chocolate con guindillas y a la pimienta, mezclas deliciosas a la vez que sorprendentes. Y mi primera incursión en la gastronomía entomológica consistió en compartir un escorpión recubierto de chocolate (raro, como comer un palo de pipas con chocolate).

Dice la Wikipedia (sic):

[El chocolate] posee un elevado dosaje de promotor de serotonina gracias al triptofano,un aminoacido muy importante en nuestro organismo regulador de neurotransmisores y un buen dosaje de anandamida, ambos psicotrópicos naturalmente existentes en el ser humano y obtenidos en dosis suficientes ( mínimas ) al consumir chocolate, facilitan una sensación de placer ( sin caer en la irrealidad o la estupefacción ), por su parte, tal sensación de placer refuerza al sistema inmune, también se ha observado que la ingesta de chocolate compensa las inversiones de péptidos que suelen ocurrir en el sistema nervioso central de los seres humanos durante su adolescencia cuando se enamoran.

Por favor, echad un vistazo a esta página de curiosidades del chocolate, aunque sólo sea por las risas. Resulta un gran ejemplo del lost in traslation, menudo desastre de traducción, no tiene desperdicio (es donde he encontrado el título del post, me parece cojonudo). Un extracto que complementa al anterior, pero peor escrito:

El chocolate contiene la feniletilamina, un aminoácido natural se considere tener efectos afrodisiacos e incluso se diga que para poder “curar” resacas. La feniletilamina es una sustancia que se lanza naturalmente en el cuerpo humano cuando usted está en amor. Como alternativa a los antidepresivos, que evitan que propia feniletilamina del cuerpo analice, alguna gente podría conseguir la dosificación de comer el chocolate oscuro. Otros estimulantes presentes en chocolate son dopamina y la serotonina, que alivian dolor y animan un buen humor.

O sea, lo que viene siendo que te pone de buen rollo cuando estás en mierda profunda propiamente dicho. Y justo por eso lo como yo.

Bueno, y para terminar, un divertido vídeo. Me encanta la participación de las botellas.



Toma peazo post.
Hala, Avada Kevadra.

lunes, 21 de julio de 2008

Día de limpieza (II)


Uf, esto vuelve a estar lleno de arañacas y bichajos jugosos y reptantes...

En cuando me descuido se ponen como hipopótamos.


Estoy hasta las bolas de:

-Los despropósitos.
-Comer ensaladas.
-No poder dormir la siesta.
-El infinito perezón que me da todo.
-Tener que esperara a los martes para poder ver la segunda temporada de Héroes.
-El silencio.
-Que no funcione el fufú para los bichos.
-Los pelos de gato (aunque no sé qué haría sin Supermiau, lo que me faltaba ya).
-Que mi aparato de música esté roto.
-Los agravios comparativos; últimamente suelo salir perdiendo.
-Tener que...
-Hacer limpieza.

Y más cosas que no puedo decir.

Sí, estoy raruna, pero es que cada vez estoy más convencida de que ya me he quedado así. Quiero irme a mi casa y ver capítulos de Friends hasta que se me pongan los ojos como huevos duros.

jueves, 3 de julio de 2008

Paren esto, que yo me bajo

No sé por qué me fascina tanto el asunto de la muerte, en cuanto me despisto estoy volviendo a él. Supongo que como a todos, pero no muchos se atreven a tratarlo de tú...

Hoy hablan en los diarios de la polémica por el suicidio asistido de una anciana en Alemania. La buena mujer no estaba enferma ni sufría dolores, lo único que tenía era una insoportable soledad y un terrible miedo de acabar en una residencia. Pero parece que la soledad puede producir un dolor y un sufrimiento que se asemeje al de una enfermedad hasta el punto de no desear seguir adelante. El caso tiene sus aquellos, porque en realidad no hubiera necesitado asistencia al no estar impedida, de hecho lo hizo ella misma, la historia es que fue asesorada por un abogado activista por el derecho a una muerte digna.

La eutanasia (del griego: 'eu', bien, y 'thánatos', muerte) activa consiste en provocar la muerte indolora del enfermo, a petición de este, cuando sufra enfermedades incurables muy penosas o progresivas y gravemente invalidantes. La eutanasia pasiva, puede revestir dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado, pues se considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir.

Creo en el derecho del hombre a elegir el momento y la causa de su muerte si su sufrimiento hace que la vida realmente no le compense, y que sea asistido si no le resulta posible realizarlo por sí mismo. Siempre me ha sorprendido la gran paradoja de que no permitamos que nuestras mascotas sufran y, más que nos duela, las sacrifiquemos casi sin dudar argumentando que sus existencias pierden el sentido si ya no pueden correr o jugar, pero mantengamos a nuestros semejantes encamados y/o padeciendo dolor durante años, condenados y encadenados a la fuerza a una vida que rechazan expresamente. La religión, las creencias, el miedo y el egoísmo nos hacen ser más compasivos con los animales que con las personas. Bueno, quizá por eso mismo ellos lo merezcan más...

Personalmente no sé si sería capaz de espichar a la carta, me tendría que ver en el caso, pero sí me gustaría que existiera la opción de que alguien me ayudase si lo necesitara y que éste no fuera juzgado como un asesino... Es una putada que la gente que lo solicita, encima de que está luchando por que no les obliguen a quedarse aquí por cojones, salga en la tele y en todas partes, lo que les faltaba... Entiendo que tenga que haber ciertas normas, como recibir asistencia psicológica previa para evaluar la situación y especialmente en previsión de evitar suicidios obligados, pero por lo demás...


Es complicado.

Pero sí, yo también querría mi derecho a poder elegir.


Qué movida.

martes, 22 de abril de 2008

Destroyer fiction


Ayer por la tarde me hallaba bajo las mantas tratando de sobrevivir a una contractura muscular que tenía toda la pinta de ser una puñalada asestada con mala leche cuando sonó mi móvil.


No, no era el de la foto. Una mierda, sí.

Era el dueño de una casa rural en la que estuve con mis amigas el año pasado, para comunicarme que ha abierto otra casita, por si quería que me enviara información. Yo le dije que bueno, que me lo mandara, nunca se sabe.


El tiparraco se puso muy contento y se hizo el majo un rato; empezó a preguntarme que qué tal todo, que si me iba bien y eso, como si me conociera de toda la vida, cuando mi relación con él no supera los 15 minutos. Flipé un poco, y mientras le decía amablemente que sí, que bien todo, gracias por preguntar, por mi cabeza iba pasando la siguiente parrafada:

“Pues nada, bien, aquí ando, tratando de decidir si lo que tengo es una apoplejía física o mental, porque estoy en casa un lunes por la tarde, en pijama, con calcetines gordos y debajo de tres mantas, agonizando por una contractura en el cuello de puta madre que seguramente me ha enviado el Monstruo Volador de Espagueti por lo mala que he sido, empastillada hasta las patas y, a falta de la comida que no me puedo cocinar, enchufándome en vena la sexta temporada enterita de ‘Sexo en Nueva York’, que por si no lo sabes tiene 20 capítulos y ya he visto 11 desde que me he podido arrastrar de la cama al sofá, porque es mucho mejor y da más risa ver cómo fracasan los demás, aunque sea ficción, y sobre todo que cuando les va bien y se enamoran y se casan y esas gilipolladas también es ficción y ahí sí que mola que no sea verdad, no crees? Tú no ves ninguna serie? Vaya, pues deberías, es lo mejor que hay, yo estoy enganchada a cuatro o cinco, me encantan que te cagas, querido. No tienes tiempo, no? Claro, con dos negocios ya pues es normal, demasiadas responsabilidades, deberías relajarte y largarte un finde a una casa rural, jaja, y aprovechar para ver alguna serie, te encantaría fijo. Así que eso, que todo bastante chachi y sin novedad, y que si consigo llegar a mañana organizaré un finde para conocer tu nuevo rinconcito, seguro que es ideal. Por cierto, recuerdos a la parienta y al perriflauta que nos llevó a hacer barranquismo, qué pibe más majo, y gracias por llamar”.

Tenía que habérselo soltado. Vaya careto que se le hubiera quedado al tío, ji, ji. Es que hay veces que me dan ganas de hacer unas maldades... Así luego me castiga el Señor Tallarinesco, y con razón.

El capítulo del Post-it. Me moló mogollón. Abstenerse los anti-series:



Atención, el contenido del siguiente vídeo puede desvelar información sobre la serie. Pero si te importa una mierda saber qué va a pasar, pues nada:



Uf, qué cantidad de basura. Lo mejor, el Absolut Hunk de Samantha, sin duda, merecedor de ilustrar mi post.

Al final, como ellas, y aunque estoy tan tiesa que parezco Robocop (nivel de glamour: 1, y porque me he puesto una chaqueta rosa, que si no ni eso), de nuevo he conseguido salir de ésta, y resulta que el mundo sigue como siempre. Y no sólo eso, sino que, al abrir mi e-correo, tenía 36 mensajes sin leer, más otros cuantos que me han llegado por distintas vías. Creo que si hubiera muerto alguien se hubiera dado cuenta, y menos mal, porque aún no he criado suficientes gatos para poder currarme la siguiente fase, la de Catwoman. Reconforta. Gracias a todos.

Eh, qué movida, que no te lo tomes tan en serio.

;-)

martes, 4 de marzo de 2008

Día de limpieza


Estoy hasta las bolas de:


-La campaña electoral.
-Que haga frío.

-La mayoría de los hombres.

-Mi conciencia.

-Mi banco.
-Los residuos de tristeza. No se quitan ni con el puto Cillit Bang.
-Dormir poco y mal.

-El ruido (el de dentro y el de fuera).

-La primavera del corte inglés, que no es primavera ni es ná.

-Mi despiste existencial.

-La incertidumbre.



Algunos de mis compañeros de trabajo están haciendo huelga indefinida y protestan durante todo el día estoica y ruidosamente en la puerta de la oficina. Ayer gritaban consignas con el megáfono pero hoy le han dejado ese menester más a las pancartas y directamente ponen música a tres bombas (Deep Purple, Rihanna, Paquito el Chocolatero, McGyver y otros éxitos), además de los pitos, bocinas, cazos y paellas, el Pájaro Loco, los avisos de ataque aéreo, un mono cabreado, Tarzán, los tercios de los toros... Me solidarizo totalmente con sus reivindicaciones y esas cosas, sobre todo porque nosotros también bajamos un rato con ellos para pedir lo nuestro, pero ya me dan ganas de tirarles una docena de macetas con pulgones, no puedo pensar. Y sólo es el segundo día... Resignación, es lo que toca, aunque me venga fatal. La cosa está mala por aquí para todos. No sabemos qué va a pasar.


Uf, voy a ver si me animo a sacar la escoba y la fregona, aquí hay mierda pa aburrir.
Jótér, luis.